RUEGO A LOS VISITANTES
Como saben los que tienen algún conocimiento de heráldica, la investigación sobre labras, y su adecuado blasonamiento, presenta determinadas dificultades, ya que al no tratarse la labra de una representación pictórica y no poder conocer - el investigador que estudia las figuras que contiene el relieve que se ha dado a una piedra - los esmaltes o colores que corresponderían al campo del escudo, a sus piezas o a sus muebles, salvo algunos casos excepcionales en los que las especiales características del escudo hacen inmediatamente identificable el linaje al que corresponde, el investigador heráldico tiene siempre que acudir al auxilio de la historia, y especialmente a su rama de la genealogía, para tratar de conocer la identidad de la persona que edificó la torre, construyó la casa solariega, la fuente pública o el panteón familiar, en los cuales decidió colocar su escudo de armas, para que constituyese visible y permanente signo identificador de quien había llevado a cabo aquellas obras, o allí había sido inhumado.
De ahí que, sin el auxilio de la historia, sea fácil equivocarse al blasonar las labras y, de hecho, la lectura de muchos trabajos de investigación, aun llevados a cabo por ilustres heraldistas, nos demuestra que al no haber contado con el necesario conocimiento histórico acerca de la genealogía de los titulares de los inmuebles blasonados, ello ha dado lugar a muchas equivocaciones, y así es posible que se haya podido atribuir una labra al linaje de los Castro, porque llevaba esculpidas en su campo seis piezas redondas puestas en dos palos de tres, suponiendo el heraldista que eran seis roeles de azur puestos en campo de plata, cuando en realidad se trataban de seis bezantes de oro puestos en campo de gules, armas que corresponderían al linaje de los Brañas.
Por ese motivo, en mis trabajos de investigación he tratado de no sentar conclusiones terminantes acerca de los linajes que aparecen representados en las labras heráldicas que he estudiado. Pero, de todas formas, es posible que en algunas me haya equivocado, y que algún lector de estas páginas, que disponga de mejores conocimientos históricos sobre ellas, aprecie la equivocación padecida. A ese visitante le agradecería que, a través del contacto que ofrece esta página, me haga notar el error, documentándome, si le fuese posible, su versión del blasonamiento correcto de la labra, haciéndolo, en este caso, directamente a mi cuenta de correo, btaboada@telefonica.net
En cuanto a los trabajos de genealogía, también están sujetos a posibles errores, y, sobre todo, a omisiones en las distintas ramas que parten del tronco principal. También agradecería, a quienes aprecien errores u omisiones, que me hagan llegar sus datos, para que pueda corregirlos y completar todas las ramas posibles de los árboles genealógicos que he tratado de estudiar
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